Según la organización mundial de la salud la prevalencia de las enfermedades mentales aumenta año tras año. Si esto es así, ¿Por qué no se habla de ello?, Por qué se oculta con cierta vergüenza el hecho de acudir a un profesional de la salud mental.
Probablemente la respuesta se remonta a muchos años atrás. Desde siempre las enfermedades han provocado en la humanidad la necesidad de encontrar una causa y con esto poder contar con una cura o tratamiento. Por ejemplo, en el caso de las apendicitis, el enfermo se quejaba de dolor abdominal y fiebre. Después de muchos abdómenes abiertos, a través de la observación se pudo «ver» un trozo de intestino enfermo. ¡Genial!, se extirpa el apéndice y se da antibióticos: caso resuelto.